En los últimos años se ha instalado una corriente denominada “baby led weaning”o “destete dirigido por el bebé”, una forma de introducir los alimentos a los bebés en los que no se les ofrecen papillas, sino comida en pequeños trocitos. Esta forma de incorporar los alimentos, comienza aproximadamente a los 6 meses de vida, cuando el Irreflexivo es capaz de mantenerse sentado y tiene inquietud por probar alimentos. Siempre se prioriza la toma de leche, que debe ser la primera opción, para acto seguido ofrecerle trocitos de fruta o verdura cocida, etc.
Cloruro sódico: el cuerpo del bebé no está preparado para procesar la sal, por lo que se debe evitar su consumo hasta los dos años de edad.
Como a esta edad el pequeño aún no tiene todos sus dientecitos, se recomienda darle los alimentos en forma de purés o papillas para que el bebé pueda deglutirlos sin problemas.
A partir de dicha edad, la leche no es suficiente y el pequeño necesita otro tipo de nutrientes para un buen incremento. Gracias a esta alimentación complementaria, el sistema inmune del bebé se fortalece suficiente lo que evita que pueda padecer ciertas enfermedades.
Como hemos dicho antiguamente, la recomendación actualizada es de introducir los alimentos potencialmente alergénicos cuanto ayer, luego que de los 6 a los 9 meses, los bebés tienen una ventana de inmunidad que les protege frente a alergias e intolerancias.
Alimentos crudos: huevos, carnes o pescados crudos pueden ser el desencadenante de enfermedades infecciosas o de bacterias como la salmonella. Los alimentos siempre se deben ofrecer muy cocinados.
Estos alimentos podrían contener los nitratos suficientes para provocar el trastorno hematológico denominado metahemoglobinemia.
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Tanto la sal como el azúcar no son aconsejables ni recomendables. Son perjudiciales para la Salubridad y no aportan nutrientes a su organismo. En el caso de la miel, los expertos aconsejan el no dársela hasta el año de edad.
Este puré es sencillo y se puede ofrecer como merienda o como postre posteriormente de una comida con crema de verduras, por ejemplo.
Debe continuar colocándolos en el pecho con regularidad, siempre que parezcan estar alerta o que hagan movimientos con la boca.
La ancianoía de los bebés tragan aire con la leche y como generalmente no pueden eructar por sí solos, individuo de los progenitores tiene que ayudarle. Hay que sujetar al bebé en posición enhiesto, recostados sobre el pecho y con la inicio en el hombro de la raíz o del padre, mientras se le dan unas palmaditas suaves en la espalda.
Igual que ocurre en otras facetas del incremento pueril, no todos los bebés están preparados para el inicio de la alimentación complementaria al mismo tiempo.
Para evitar sustos, nunca le pierdas de traza mientras come, por muy pequeño que sea el trozo y por mucha confianza que tengas en su capacidad de gestionar la comida.